El jardín de Bello es el jardín de mi padre.
Era su lugar preferido de este mundo.
Un jardín lleno de plantas, flores y árboles de todos los colores que cambian estación tras estación.
Un lugar que transmite paz y en el que solo las 10.000 especies de insectos que allí habitan pueden conseguir importunarnos en ciertos instantes.
Mi padre dedicó miles de horas a crear y cuidar de este jardín.
Su pasión de tantos años me inspiró y comencé a hacer una colección con árboles y plantas de este lugar.
A partir de las hojas de un olivo cordobés o de un helecho salvaje que crece en sus muros de piedra, he elaborado las primeras piezas de esta serie, cargada de significado y de historia.
Este es mi particular homenaje.
Te quiero Papi.