Electroforming
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La técnica de electroforming consiste en depositar metales sobre la superficie de un elemento determinado mediante el uso de la corriente eléctrica. A través de este proceso se crea una fina carcasa de metal alrededor de cualquier objeto orgánico o inorgánico.
El procedimiento tiene lugar en unas cubetas en las que se coloca un ánodo y un cátodo conectados a un transformador eléctrico y una solución ácida. El ánodo (electrodo positivo) se conecta al metal que se va a depositar y el cátodo (electrodo negativo) al objeto sobre el que queremos crear las capas metálicas. Al aplicar una corriente eléctrica continua, los iones metálicos se depositan gradualmente sobre el objeto formando una capa metálica.
El proceso de electroformado tiene sus raíces en la antigüedad, pero la técnica moderna de electroforming tal y como la conocemos hoy en día se desarrolló a partir del siglo XIX con el descubrimiento de la electrólisis.
En la antigüedad, se empleaban técnicas como el dorado y el plateado para recubrir objetos con capas delgadas de metales preciosos como oro y plata. Por ejemplo, en el antiguo Egipto, los artesanos aplicaban láminas de oro sobre estatuas, sarcófagos y muebles funerarios, utilizando técnicas de martillado y pulido.
En la antigua Grecia y Roma, también se utilizaban métodos similares. La técnica del repujado permitía dar relieve a láminas de metal, y el plateado se empleaba para recubrir objetos de menor valor con capas delgadas de oro o plata, utilizando amalgamas y procesos químicos.
Si bien estas técnicas antiguas no implicaban la aplicación de corriente eléctrica, sentaron las bases para el desarrollo posterior de la técnica de electroforming de la actualidad.
En Sophie’s in Júpiter hemos querido emplear esta técnica para poder convertir en una joya cualquier objeto valioso o que guarde un significado especial y así transformarlo en un recuerdo para siempre.